Soy un ignorante profesional Coaching con Humor

Un ignorante profesional Coaching con Humor. Humorweaning 

 

Hace unos días atrás pude compartir con mi hija la experiencia de ver un eclipse de sol desde la playa en Barceloneta, fue una experiencia especial porque tenía ya muchos meses sin ver a mi hija quien trabaja en Londres, y tenía muchos más meses sin ver un eclipse junto a ella (de hecho era la primera vez que lo hacía). Mientras esperábamos tumbados en el césped comiendo y bebiendo refrescos, yo le conté un chiste sobre los países nórdicos y luego de reírnos un rato ella me preguntó:

– “¿Cuál es la diferencia entre los países nórdicos y los países escandinavos?”

Como no tenía señal en el teléfono móvil se me hizo imposible hacer lo que usualmente hago cuando no se algo: buscar en google. Por lo tanto no me quedó más alternativa que confesarle que no lo sabía, por lo que le dije:

– “Honestamente no sé cuál es la diferencia entre los países nórdicos y los países escandinavos, pero lo que sí sé es decir el abecedario completo eructando luego de tomarme esta coca cola”. Y sonreí.

La energía de esta experiencia es la que me inspira hoy para escribirte, escribirte sobre coaching. O por lo menos sobre la visión personal que tengo sobre el coaching, la cual he llamado Humorweaning (Coaching con Humor).

Lo primero que quiero compartir contigo es lo que yo defino como la real “Naturaleza liliputiense del coaching”, es decir, es el coaching desde mi punto de vista la disciplina más pequeña de todas las conocidas; no pretende el coaching ser arte aunque es ejecutado desde el corazón, no pretende ser ciencia aunque es ejecutado con una metodología sistemática comprobada, no pretende competir con otras disciplinas, por ello es en sí misma definitivamente una disciplina profundamente humilde y pequeña.

Es más, voy a ir más allá, me gustaría dejar claro que el coaching ni siquiera es una disciplina, es más bien un “Método conversacional”. Un método conversacional proveniente de algo que ya conocemos desde nuestra infancia, hablo de las “normas del buen oyente y del buen hablante”. Es el coaching un método conversacional basado en el otro, basado en el Amor; donde es el otro el importante y es el otro quién tiene un potencial ilimitado que aceptado pero desconocido por el coach.

Por ello, si alguna competencia debe tener un Coach es La Confianza en el otro desde su propia ignorancia, desde su no saber. Debe el Coach tomarse en serio su ignorancia y convertirse en un respetable “Ignorante Profesional”.

Al todos estar inmersos dentro de un contexto de naturaleza irremediablemente cambiante, el asumir con responsabilidad el arte del no saber es lo que hará la distinción definitiva entre un coach de excelencia y un simple coach profesional. La rapidez de la fluidez de los cambios nos obliga a adaptarnos, ajustarnos o reinventarnos indefinidamente, por lo que desaprender para aprender cosas nuevas y diferentes es primario dentro de la vida y también dentro del coaching. Es esta capacidad de adaptación la que nos conecta con lo que somos: Seres compuestos por un alto porcentaje de líquidos o humores, es decir seres esencialmente humorísticos.

Mi recomendación es invitarte a pegar en tu mente todas tus creencias o tus ideas con Postit y no con Super Bonder, el fluir de la vida tiene diversas frecuencias y ninguna es definitiva, de aquí que siempre es conveniente que te prepares para cuando te toque cambiar de opinión.

Usualmente crecemos con lindas explicaciones que nos sirven para consolarnos, sin embargo muy rápidamente la vida nos pone al corriente que esas explicaciones son profundamente limitadas, por lo que no nos queda otra alternativa que empezar a vivir experiencias de fe.

Esas experiencias de fe o experiencias de con-fe-anza son lo que yo llamo servirnos el agua de la vida en un infinito “vaso de ignorancia”, que por cierto, si no tuviésemos conciencia de la existencia de este particular vaso no tendríamos más remedio que beber el agua de la vida de nuestra propia mano que es obviamente muchísimo más limitada.  Así que servirnos diariamente el agua de nuestra vida en un vaso de ignorancia forjada o de ignorancia de la buena, nos da acceso a lo infinito y lo mejor de todo ¡Es Gratis! ¿No es una ganga?

El dejar correr el infinito fluir de tu vida, o mejor dicho los humores de tu vida, te permitirá conectar con tu particular sentido del humor. Y saber distinguir entre el buen sentido del humor y el mal sentido del humor.

Dejar fluir es lo contrario a re-tener, es decir tener dos veces lo que ya te fue dado, si quieres descubrir el sufrimiento o el mal humor lo único que tienes que hacer es luchar para retener lo que inevitablemente se irá o luchar para no dejar entrar lo que inevitablemente vendrá. Te deseo que puedas conectarte con el sentido de tu vida, es decir que puedas conectar con tu sentido del humor.

Yo por mi parte la próxima vez que me toque ver un eclipse con mi hija lo haré desde el balcón de mi casa donde siempre tengo conexión wifi, lo digo porque estoy empezando a sospechar que el truco de la coca cola ya está caducando.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

WhatsApp chat